jueves, 21 de febrero de 2008

Una Revolución silenciosa


Ahora sí que puedo dedicarle una entrada.
"Una Revolución silenciosa", escrito por Jesús Trillo-Figueroa, es una investigación definitiva, es el libro que explica la transformación que está sufriendo España “silenciosamente”. Un libro que descubre la nueva ciudadanía impuesta por el feminismo radical, que apuesta por el final de la identidad sexual de la mujer y del hombre, del matrimonio, de la familia que conocemos y por supuesto de la reproducción humana. Después de leer este libro puedes dar respuesta a las muchas barbaridades que estamos presenciando últimamente, como por ejemplo, qué subyace en la próxima ley del aborto sin límite.
Puede darse y es frecuente que el subtítulo (la política sexual del feminismo socialista) y la llamativa portada, lleven a pensar que se trata de un descuartizamiento siniestro que el autor ha pretendido presentar, de la coyuntura política de España y en concreto del gobierno de Zapatero. Sinceramente, tampoco recoge la vida privada de ninguno de nuestros dirigentes, lo que es una pena realmente, a quien no le hubiera gustado saber acerca de la trayectoria intelectual de Zapatero o de María Teresa Fenandez de la Vega, (si es que tienen alguna). Uno de los capítulos está dedicado a las “políticas de igualdad” del gobierno; pero no supone ni la décima parte del libro y además lo interesante de ello es que trata de relacionarlo con las ideas de fondo expuestas anteriormente. El resto es una investigación detallada acerca de los movimientos ideológicos feministas, con especial atención el movimiento feminista de este último siglo que subyace en la mayor parte de las últimas leyes debatidas y promulgadas.
Para aquellos interesados en el recorrido intelectual, social y personal de las distintas mujeres que han impulsado o lideran estos movimientos, el autor nos informa detalladamente y sin prejuicio alguno acerca de las no tan afortunadas vidas.
El último capítulo del libro tengo que decir que no tiene desperdicio. El autor apuesta por nuevo feminismo femenino que necesita nuestra sociedad en contraposición a lo que estamos observando y viviendo en esta legislatura. Pues “determinados feminismos” vienen arrogándose una representatividad que no les corresponde trazando una imagen distorsionada de la mujer y de sus necesidades.
Particularmente en España, al asumir el socialismo una ideología sexual radical, apoya un feminismo hipercrítico que ha puesto en marcha una revolución silenciosa que afecta a todas las esferas de la vida social, política y familiar. “El objetivo es crear una nueva sociedad, la nueva ciudadanía, en la que no exista la diferencia sexual, que es un invento social que corrompe al ser humano; la diferencia sexual es la primera alineación. Como consecuencia de ello, también es necesario destruir las instituciones socializadoras en las que se manifiesta y desarrolla esa alienación, como son: el matrimonio y la familia”.
No piense el lector, como he dicho antes, que se va a encontrar con críticas opinables. No, lo que va a encontrar es una serie de fuentes intelectuales a las que el autor ha acudido, que nos permite conocer la gran realidad que subyace en Occidente y en concreto en España: qué es, de dónde viene y qué quiere la ideología de género.

miércoles, 6 de febrero de 2008

SIMONA, TROYANA Y GUERRERA


Para Papá:

El 9 de enero Simone de Beauvoir (1908-1986) hubiese cumplido un siglo, cien años de una de las aventuras intelectuales más revolucionarias de su época, pero también de las más influyentes por el paso del tiempo y por sus propias contradicciones.

Una mujer que vivió toda su vida con la “angustia” de sentirse amada, valorada y diferenciada con respecto al hombre; y por qué no decir, con respecto a su “degenerado” compañero sentimental y amante, Jean Paul Sartre.

Simone de Beavoir es una “realidad activa” ideológicamente en nuestros días, en mi opinión, perversa y degenerante, llena de odio y complejo. No es, por lo tanto, la representación de un “mito ideal” digno de imitar y exaltar como nos hacen y quieren hacer creer muchas feministas radicales.
Parece ser que se han vuelto a poner de moda sus libros como “el segundo sexo” o “la ceremonia del adiós” que la caracterizan de mujer libre e independiente. Ensalzada por ser capaz de experimentar la emancipación de su propio cuerpo y ser dueña de sí misma y de su propio destino. Todo ello, a base de negar su propia naturaleza femenina, de experimentar desvíos amorosos y denigrantes que disfrazaban el verdadero amor; tales como el infanticidio, la pedofilia o el lesbianismo, únicos y verdaderos “amores libres”. Esta mujer vitoreada se ha convertido en la “gran madre” de muchas mujeres que se dicen modernas y libres. Resulta gracioso la paradoja pues nuestra “heroína” no tuvo hijos; llegó a abortar más de tres veces ayudada por su gran amor sartre, quien la dejó finalmente estéril. En definitiva ella es alabada y admirada por no “sentirse” mujer; mejor dicho por no querer, de ninguna manera, ser mujer.

Pues señoras, a mi no me da la gana de convertirme en una simona troyana y guerrera, que no considera a la mujer como realmente es; femenina y por ello libre. Libre para ser capaz realmente de hacer frente a muchas injusticias sociales, que las hay, pero de una manera distinta; como sabemos hacer nosotras, aportando nuestros valores humanos y femeninos junto con los espirituales, y no en cambio, con resentimientos y ambiciones contra natura.

Hay que desenterrar “el genio femenino” que llevamos dentro, al que hacía referencia Juan Pablo II y hacer un feminismo más femenino que es capaz de compatibilizarse y a la vez hacerse uno con el hombre para así de esta manera ser más perfecto siendo más mujer.
Yo agradezco y exulto de los dones, cualidades, condiciones estupendas y fundamentales que tienen, tenemos, y siempre han tenido las mujeres. Condiciones humanas y espirituales, necesarias y urgentes, para que nuestra sociedad no desaparezca y así se enriquezca, pues como dice y repite un hombre al que yo quiero y admiro mucho “el mundo se pierde o se salva por las mujeres”

sábado, 2 de febrero de 2008

"NO SEAS COMO ÉL"


La esencia de una convivencia libre -arguyó el presidente del Gobierno- es que todo el mundo se sienta libre, la esencia de una convivencia democrática es que se respeten todas las creencias, la esencia de una libertad profunda y auténtica es que nadie, nadie, intente imponer ni su moral ni sus creencias, y se respeten todas».

Me sorprende profundamente que Zapatero esté todo el día hablando de esencia, de ser y no ser, de existencia, de forma...¡este hombre debería recibir unas clases de filosofía mínimas!!

El último video que ha elaborado para la precampaña electoral se titula “no seas cómo el”, y yo me pregunto; pero Señor Zapatero ¿no seas como quién?, ¿cómo usted, que no sabe ni le importa saber como somos los ciudadanos españoles? Pero lo más grave es que ni siquiera sabe como es usted mismo y por ahí se cuelan todas sus faltas de respeto hacia los ciudadanos incluso hacia su propia dignidad.
Tampoco usted es lo quiere ser, por mucho que intente PARECER libre, democrático y tolerante. Entre el ser y el parecer (o el existir) hay mucha diferencia...

Mire Señor Zapatero; los problemas sociales, en su esencia, siempre remiten a problemas éticos y de visión general de la vida. Quien aspira a solucionar los problemas sociales, como creo que usted debería hacer, sobre de un plano puramente técnico, sería como si un médico únicamente se dedicara a combatir los síntomas epidérmicos de un mal, en lugar de indagar y llegar hasta la raíz profunda del problema. La mayor parte de las crisis, de los desórdenes, de los desequilibrios que caracterizan a nuestra sociedad, en parte, dependen de factores materiales, al menos en la misma medida también dependen de la silenciosa sustitución de una visión general de la vida a otra, de una nueva aptitud con respecto a sí mismos y a la propia suerte, celebrada como una conquista, cuando en realidad supone una desviación y una degeneración. En primer lugar, tiene que saber que existe una naturaleza humana inherente a todos los hombres y mujeres que le hacen ser lo que son, hombres y mujeres libres, que no están subyugados por su propias funciones naturales como nos hacen creer algunos pero sobre todo “algunas”. Así pues intente, por favor, respetar esa naturaleza humana que nos hace ser más responsables y por lo tanto más libres. Le pido que sea usted mismo también y que “no sea como él”. Deje a los demás ser como somos cada uno, ¡no nos diga como debemos ser o no ser!. Acabe de una vez por todas con resentimientos y ambiciones contra natura, porque eso sí que es la ausencia de una convivencia libre, de una convivencia democrática y tolerante.