Para Papá:
El 9 de enero Simone de Beauvoir (1908-1986) hubiese cumplido un siglo, cien años de una de las aventuras intelectuales más revolucionarias de su época, pero también de las más influyentes por el paso del tiempo y por sus propias contradicciones.
Una mujer que vivió toda su vida con la “angustia” de sentirse amada, valorada y diferenciada con respecto al hombre; y por qué no decir, con respecto a su “degenerado” compañero sentimental y amante, Jean Paul Sartre.
Simone de Beavoir es una “realidad activa” ideológicamente en nuestros días, en mi opinión, perversa y degenerante, llena de odio y complejo. No es, por lo tanto, la representación de un “mito ideal” digno de imitar y exaltar como nos hacen y quieren hacer creer muchas feministas radicales.
Parece ser que se han vuelto a poner de moda sus libros como “el segundo sexo” o “la ceremonia del adiós” que la caracterizan de mujer libre e independiente. Ensalzada por ser capaz de experimentar la emancipación de su propio cuerpo y ser dueña de sí misma y de su propio destino. Todo ello, a base de negar su propia naturaleza femenina, de experimentar desvíos amorosos y denigrantes que disfrazaban el verdadero amor; tales como el infanticidio, la pedofilia o el lesbianismo, únicos y verdaderos “amores libres”. Esta mujer vitoreada se ha convertido en la “gran madre” de muchas mujeres que se dicen modernas y libres. Resulta gracioso la paradoja pues nuestra “heroína” no tuvo hijos; llegó a abortar más de tres veces ayudada por su gran amor sartre, quien la dejó finalmente estéril. En definitiva ella es alabada y admirada por no “sentirse” mujer; mejor dicho por no querer, de ninguna manera, ser mujer.
Pues señoras, a mi no me da la gana de convertirme en una simona troyana y guerrera, que no considera a la mujer como realmente es; femenina y por ello libre. Libre para ser capaz realmente de hacer frente a muchas injusticias sociales, que las hay, pero de una manera distinta; como sabemos hacer nosotras, aportando nuestros valores humanos y femeninos junto con los espirituales, y no en cambio, con resentimientos y ambiciones contra natura.
Hay que desenterrar “el genio femenino” que llevamos dentro, al que hacía referencia Juan Pablo II y hacer un feminismo más femenino que es capaz de compatibilizarse y a la vez hacerse uno con el hombre para así de esta manera ser más perfecto siendo más mujer.
Yo agradezco y exulto de los dones, cualidades, condiciones estupendas y fundamentales que tienen, tenemos, y siempre han tenido las mujeres. Condiciones humanas y espirituales, necesarias y urgentes, para que nuestra sociedad no desaparezca y así se enriquezca, pues como dice y repite un hombre al que yo quiero y admiro mucho “el mundo se pierde o se salva por las mujeres”
El 9 de enero Simone de Beauvoir (1908-1986) hubiese cumplido un siglo, cien años de una de las aventuras intelectuales más revolucionarias de su época, pero también de las más influyentes por el paso del tiempo y por sus propias contradicciones.
Una mujer que vivió toda su vida con la “angustia” de sentirse amada, valorada y diferenciada con respecto al hombre; y por qué no decir, con respecto a su “degenerado” compañero sentimental y amante, Jean Paul Sartre.
Simone de Beavoir es una “realidad activa” ideológicamente en nuestros días, en mi opinión, perversa y degenerante, llena de odio y complejo. No es, por lo tanto, la representación de un “mito ideal” digno de imitar y exaltar como nos hacen y quieren hacer creer muchas feministas radicales.
Parece ser que se han vuelto a poner de moda sus libros como “el segundo sexo” o “la ceremonia del adiós” que la caracterizan de mujer libre e independiente. Ensalzada por ser capaz de experimentar la emancipación de su propio cuerpo y ser dueña de sí misma y de su propio destino. Todo ello, a base de negar su propia naturaleza femenina, de experimentar desvíos amorosos y denigrantes que disfrazaban el verdadero amor; tales como el infanticidio, la pedofilia o el lesbianismo, únicos y verdaderos “amores libres”. Esta mujer vitoreada se ha convertido en la “gran madre” de muchas mujeres que se dicen modernas y libres. Resulta gracioso la paradoja pues nuestra “heroína” no tuvo hijos; llegó a abortar más de tres veces ayudada por su gran amor sartre, quien la dejó finalmente estéril. En definitiva ella es alabada y admirada por no “sentirse” mujer; mejor dicho por no querer, de ninguna manera, ser mujer.
Pues señoras, a mi no me da la gana de convertirme en una simona troyana y guerrera, que no considera a la mujer como realmente es; femenina y por ello libre. Libre para ser capaz realmente de hacer frente a muchas injusticias sociales, que las hay, pero de una manera distinta; como sabemos hacer nosotras, aportando nuestros valores humanos y femeninos junto con los espirituales, y no en cambio, con resentimientos y ambiciones contra natura.
Hay que desenterrar “el genio femenino” que llevamos dentro, al que hacía referencia Juan Pablo II y hacer un feminismo más femenino que es capaz de compatibilizarse y a la vez hacerse uno con el hombre para así de esta manera ser más perfecto siendo más mujer.
Yo agradezco y exulto de los dones, cualidades, condiciones estupendas y fundamentales que tienen, tenemos, y siempre han tenido las mujeres. Condiciones humanas y espirituales, necesarias y urgentes, para que nuestra sociedad no desaparezca y así se enriquezca, pues como dice y repite un hombre al que yo quiero y admiro mucho “el mundo se pierde o se salva por las mujeres”
9 comentarios:
A la gente le vendría bien saber estas cosas que cuentas. Si buscas en cualquier sitio su biografía(la de cualquiera de los dos), evidentemente que nunca viene nada de esto. En general, los personajes históricos son juzgados "buenos" o "malos" sin entrar a valorar su vida y sus méritos, y nos imponen desde fuera quiénes han sido "admirables" y quiénes no.
Por cierto,relacionado con esto, te recomiendo un libro que se llama "Locura filosofal". Cuenta cosas muy curiosas de Nietzsche, Sartre, Schopenhauer...
Un saludo, y que sigas tan cañera.
Muchas gracias por tu comentario en mi blog. Me gustan algunos libros que recomiendas, otros, no tanto, otros, no los conozco.
Ya iremos coincidiendo en Lluvia de Ideas, o en algún otro sitio común.
Un saludo.
Estupendo blog, no se quien eres pero muchas gracias por visitarme. Con tu permiso te añado al mío
¡Artículo impresionante! De lectura obligatoria; ya había leído por encima algunas cosas como las que cuentas, pero ahora lo he leído del tirón, sin pestañear: haces verdadero honor al título del blog, Veritas.
Te lo enlazo (puedo ¿verdad?) y te añado a la blogolista.
¡Muchas gracias por tu comentario cambia el mundo!Y por supuesto que puedes enlazarme.un saludo.
De nada, me gustaría tener más tiempo para leerte.
Ya estás en las garras de El Lobo Feroz.
Desprejuiciada:
Aparezco por este vecindario desde comentandolotodo y desde Uruguay. Felicitaciones por tu blog. Muy bueno este post.
j.a.varela
Uau, estupendo remate!
otra carga de profundidad
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