martes, 15 de abril de 2008

LA UNIÓN EUROPEA


Por fín tengo un poco de tiempo para escribir "algo", ya siento que sea taaaan tarde y además nada currado:
Parece ser que hablar de liberalización y libre mercado está muy de moda. Por lo menos llevo unos cuantos días escuchando que si la liberalización de los mercados energéticos (esto tiene su porqué) que si la libre circulación de capitales, de mercancías, de personas, que si la libertad de creación y comercio, interno y externo. Mucho se habla de libertad de circulación y mucho se presume de políticas y actuaciones que la Unión Europea hace posible, pero poca determinación, en mi opinión. Es verdad que hoy en día se pueden pasar controles aduaneros sin tener que montar la gorda buscando como una loca el DNI., o incluso también es cierto que la entrada en el euro es objeto de constantes mejoras.
Hoy, sin embargo, en clase de derecho Comunitario he aprendido una cosa importante. Estábamos hablando nada más ni nada menos que de la Política de redes Transeuropeas, ya siento que sea tan friki el tema pero es que no hay otra.
Pues bien, me ha hecho pensar la siguiente frase que no es textual, pero que más o menos venía a decir así; “esta política tiene como objetivo desarrollar la libertad de circulación pero materialmente, es decir, creando infraestructuras que la permitan”.

La semana que viene asistiré a un seminario que justamente trata acerca de un tema que es fundamental; “La verdadera libertad”. La libertad en nuestra sociedad tiene bastante que ver sino todo, con la libertad de la persona, esa libertad que todo el mundo ansía, esa paz interior que sólo es posible cuando uno es realmente lo que está llamado a ser.
En primer lugar entiendo que una persona es libre cuando, esa libertad no te hace esclava de nada ni de nadie y que únicamente pretende que la conquistes para ser muy feliz. Pues bien esa “libertad verdadera” existe si bien la sabemos “materializar” y por consiguiente “ejercitar”. Quiero decir con esto, que sí, mucha libertad de todo, mucha promesa de cooperación y coordinación entre los estados miembros y poco “hacer”; pocas redes de electricidad, pocas redes de ferrocarril o incluso pocos aeropuertos y líneas aéreas que permitan viajar con más frecuencia a países vecinos. Pues con la libertad personal pasa igual. Estoy cansada de oír “que no me digas lo que tengo que hacer que para eso soy libre y se muy bien lo que quiero”. Eso es imposible, nadie sabe muy bien lo que quiere porque simplemente lo quiere todo. Cuando uno está acostumbrado a darse el gusto en todo y a tener de todo, acaba hastiado, angustiado porque nada le llena. La libertad no consiste en la simple capacidad de elegir, de decidir sobre cosas, de experimentar, de almacenar, de realizarse, de tener más y más. No, la libertad es todo lo contrario, consiste en dar y en DARSE. Hay que tener los suficientes “fondos” para saber invertirlos, para poder gastarlos eficientemente, si bien lo queremos ver desde un punto de vista meramente técnico. Y en eso consiste el darse, en salir de uno mismo, en gastar la libertad que vas conquistando poco a poco en los demás.
Prefierocontinuar la semana que viene para poder contrarrestar esto mismo, con las ideas del ponente que por lo visto no tiene desperdicio. ¿ pero, para empezar, qué es lo que tú entiendes por verdadera libertad?

2 comentarios:

maria jesus dijo...

Ya era hora que volvieras,haces una buena pregunta, voy a pensarlo despacio y te contesto

megustaelarte.wordpress.com dijo...

libertad!! puf ¡que tema! cuanto se habla de ella y que poco se conoce. Para mi la libertad sí que es poder elegir, pero de elegir el bien, mejor, el Bien, con mayúscula, porque es verdad que elegir el mal esclaviza. Pero antes hay que conocer el Bien, la Verdad... es complicado porque nadie quiere el mal por sí mismo, sino que elige porque parece un bien. En fin, que al final es la ignorancia la culpable de todo.
Almudena. www.megustaelarte.worpress.com