La esencia de una convivencia libre -arguyó el presidente del Gobierno- es que todo el mundo se sienta libre, la esencia de una convivencia democrática es que se respeten todas las creencias, la esencia de una libertad profunda y auténtica es que nadie, nadie, intente imponer ni su moral ni sus creencias, y se respeten todas».
Me sorprende profundamente que Zapatero esté todo el día hablando de esencia, de ser y no ser, de existencia, de forma...¡este hombre debería recibir unas clases de filosofía mínimas!!
El último video que ha elaborado para la precampaña electoral se titula “no seas cómo el”, y yo me pregunto; pero Señor Zapatero ¿no seas como quién?, ¿cómo usted, que no sabe ni le importa saber como somos los ciudadanos españoles? Pero lo más grave es que ni siquiera sabe como es usted mismo y por ahí se cuelan todas sus faltas de respeto hacia los ciudadanos incluso hacia su propia dignidad.
Tampoco usted es lo quiere ser, por mucho que intente PARECER libre, democrático y tolerante. Entre el ser y el parecer (o el existir) hay mucha diferencia...
Mire Señor Zapatero; los problemas sociales, en su esencia, siempre remiten a problemas éticos y de visión general de la vida. Quien aspira a solucionar los problemas sociales, como creo que usted debería hacer, sobre de un plano puramente técnico, sería como si un médico únicamente se dedicara a combatir los síntomas epidérmicos de un mal, en lugar de indagar y llegar hasta la raíz profunda del problema. La mayor parte de las crisis, de los desórdenes, de los desequilibrios que caracterizan a nuestra sociedad, en parte, dependen de factores materiales, al menos en la misma medida también dependen de la silenciosa sustitución de una visión general de la vida a otra, de una nueva aptitud con respecto a sí mismos y a la propia suerte, celebrada como una conquista, cuando en realidad supone una desviación y una degeneración. En primer lugar, tiene que saber que existe una naturaleza humana inherente a todos los hombres y mujeres que le hacen ser lo que son, hombres y mujeres libres, que no están subyugados por su propias funciones naturales como nos hacen creer algunos pero sobre todo “algunas”. Así pues intente, por favor, respetar esa naturaleza humana que nos hace ser más responsables y por lo tanto más libres. Le pido que sea usted mismo también y que “no sea como él”. Deje a los demás ser como somos cada uno, ¡no nos diga como debemos ser o no ser!. Acabe de una vez por todas con resentimientos y ambiciones contra natura, porque eso sí que es la ausencia de una convivencia libre, de una convivencia democrática y tolerante.
Me sorprende profundamente que Zapatero esté todo el día hablando de esencia, de ser y no ser, de existencia, de forma...¡este hombre debería recibir unas clases de filosofía mínimas!!
El último video que ha elaborado para la precampaña electoral se titula “no seas cómo el”, y yo me pregunto; pero Señor Zapatero ¿no seas como quién?, ¿cómo usted, que no sabe ni le importa saber como somos los ciudadanos españoles? Pero lo más grave es que ni siquiera sabe como es usted mismo y por ahí se cuelan todas sus faltas de respeto hacia los ciudadanos incluso hacia su propia dignidad.
Tampoco usted es lo quiere ser, por mucho que intente PARECER libre, democrático y tolerante. Entre el ser y el parecer (o el existir) hay mucha diferencia...
Mire Señor Zapatero; los problemas sociales, en su esencia, siempre remiten a problemas éticos y de visión general de la vida. Quien aspira a solucionar los problemas sociales, como creo que usted debería hacer, sobre de un plano puramente técnico, sería como si un médico únicamente se dedicara a combatir los síntomas epidérmicos de un mal, en lugar de indagar y llegar hasta la raíz profunda del problema. La mayor parte de las crisis, de los desórdenes, de los desequilibrios que caracterizan a nuestra sociedad, en parte, dependen de factores materiales, al menos en la misma medida también dependen de la silenciosa sustitución de una visión general de la vida a otra, de una nueva aptitud con respecto a sí mismos y a la propia suerte, celebrada como una conquista, cuando en realidad supone una desviación y una degeneración. En primer lugar, tiene que saber que existe una naturaleza humana inherente a todos los hombres y mujeres que le hacen ser lo que son, hombres y mujeres libres, que no están subyugados por su propias funciones naturales como nos hacen creer algunos pero sobre todo “algunas”. Así pues intente, por favor, respetar esa naturaleza humana que nos hace ser más responsables y por lo tanto más libres. Le pido que sea usted mismo también y que “no sea como él”. Deje a los demás ser como somos cada uno, ¡no nos diga como debemos ser o no ser!. Acabe de una vez por todas con resentimientos y ambiciones contra natura, porque eso sí que es la ausencia de una convivencia libre, de una convivencia democrática y tolerante.
5 comentarios:
La frase del primer párrafo es para enmarcarla. Primero, porque está cargada de relativismo absurdo(si no se puede imponer una moral o una ética a los demás, ¿por qué respetar los Derechos Humanos?). Segundo, porque además es cínica e hipócrita, ya que su partido está imponiéndonos una moral determinada (no universal, sino, ahí sí, particular)mediante una asignatura que en buena parte se basa en su manera de ver las cosas, pero no en la de muchos otros.
Tienes razón en todo lo que dices pero el problema es que ZP habla en un "idioma" de la persona totalmente distinto.
Hablar con una persona así es como hablar en castellano con un chino (que solo habla chino).
Para que haya un diálogo tiene que haber algún tipo de base común
Que se aplique el cuento y suprima la Educación para la Sodomía, digo Ciudadanía.
Ah, el vídeo anterior es macanudo, lo voy a difundir todo lo que pueda.
Ojalá el 9 de marzo acabe esta peZadilla.
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